Letra psi del alfabeto griego, anagrama de la psicología
La psicología y el periodismo son profesiones parásitas de la sociedad y, en consecuencia, sobran. La razón es que no hay ninguna función desempeñada por psicólogos y periodistas que no puedan llevar a cabo profesionales de otros gremios y oficios.
Vayamos por partes. En primer lugar, no es ningún secreto que la psicología y el psicoanálisis, su hijo bastardo, son prácticas que se vienen extendiendo gracias a la crisis de conciencia religiosa que asola el mundo occidental desde el derrumbe del ancien régime. En efecto, la emancipación de las tutorías eclesiásticas supuso un estado de orfandad en el imaginario de los sectores aconfesionales de la sociedad. A causa de ello, la gente cambió el confesionario por el diván. Dicho de otro modo, la psicología no es más que una teología laica a la altura de los tiempos. Los psicólogos pueden ser suplantados por psiquiatras y gurúes espirituales sin merma de la higiene psíquica de sus clientes.
Por lo que respecta al cuarto poder, hay que decir que el trabajo del periodista consiste en hablar del trabajo de los demás. Asombra la ligereza con la que muchos periodistas tratan temas que se le escapan de parte a parte. Así, vemos que este columnista escribe hoy un artículo sobre teoría de los precios y mañana otro sobre el acelerador de partículas sin tener la más mínima idea de física y economía. El más claro ejemplo de este intrusismo profesional nos lo proporcionan los tertulianos, licenciados en periodismo que se permiten opinar sobre cualquier cosa, por extraña que les sea. Son los todólogos. En lo que a mí respecta, yo quiero ser informado por juristas cuando de derecho se trata o por filólogos cuando de literatura se trata, pero no por esos todólogos que no saben más que simplificar y empobrecer la realidad.
Moraleja: habría que desmitificar las figuras del periodista y el psicólogo, habría que echar el cierre a todas las facultades tanto de periodismo como de psicología.
LOS PSICOLOGOS QUE ATIENDEN SUPUESTAMENTE A LOS ENFERMOS DEL ALMA, NO TENDRAN ENTONCES NINGUN OFICIO, PUESTO QUE EL ALMA ES UNA ENTELEQUIA SIN NINGUNA BASE CIENTIFICA. EL COMPORTAMIENTO DE ESA ESTRUCTURA COMPLEJA DE CELULAS QUE ES EL CUERPO HUMANO, SOLO ES EL DIVERTIDO Y AZAROSO COMPORTAMIENTO MAQUINICO DE LA ESTRUCTURA COMPLEJA Y PERFECTA. DEBEN LOS PSICOLOGOS SER REEMPLAZADO POR "MECANICOS" QUE REMPLAZAN EN SU DEBIDO TIEMPO EL ELEMENTO QUE FALLA Y QUE PRODUCE LA "DEPRESION", LA "TRISTEZA" LA "ANSIEDAD" SINTOMAS INEQUIVOCOS DE QUE FALLA EL HIGADO Y/O EL CEREBRO EN EL AREA DE INTELIGENCIA EMOCIONAL. Y CUANDO ESTE COMPORTAMIENTO IMPLIQUE DAÑO A LOS SOCIEDAD YA NO ENTRARIA LOS CARCELEROS O SEA LOS PSIQUIATRAS, SINO LA TRISTE POLICIA CON SUS CACHIPORRAR CON ALGUNA PREPARACION TECNICA EN EL MANEJO DE LA PIKANA ELECTRICA, COMO REEMPLAZO A LA TORTURA CON BARBITURICOS.
ResponderEliminarCreo que hablas desde un profundo desconocimiento de la Psicología, o basándote en prejuicios, que es casi lo mismo. El Psiquiatra al menos que tenga una amplia formación psicológica, de todas las técnicas y teorías existentes y además sepa utilizarlas y quiera utilizarlas en lugar de recetar una pastilla que en la mayoría de los casos perjudica más que ayuda tal vez pueda ser intercambiable por un Psicólogo, pero normalmente no es el caso, cada uno cumple su función. No se puede curar una Depresión con una pastilla, ni la Ansiedad, puesto que tras ellos existe el pensamiento humano que es el que crea y refuerza los síntomas. Que antiguamente dentro de la religión una persona hiciera una labor similar a la de un psicólogo de hoy en día de aconsejar y orientar no significa que esta labor sea propia del pensamiento mágico religioso sino más bien de las relaciones y necesidades humanas.
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