lunes, 30 de noviembre de 2009

La coalición de izquierdas se hace con el poder en Uruguay

                                                                                 

José Mujica, nuevo presidente de Uruguay

Vienen de celebrarse elecciones en Uruguay, el país sudamericano donde más hondas se hunden las raíces de la democracia. Dicho esto, no es casual que Uruguay presente el mínimo paralaje económico entre las rentas de ricos y pobres a lo largo y ancho de toda Latinoamérica.

José Mujica, antiguo guerrillero tupacamaro, ha necesitado una segunda vuelta para ganarse el derecho a llevar las riendas de la nación, por lo que el Frente Amplio, grupo parlamentario de amplio espectro, reeditará gobierno. Mujica se ha impuesto por apenas un 6% de los escrutinios al candidato centrista, Luis Alberto Lacalle, garante de una buena y probada gobernanza. Los analistas coinciden en señalar que la victoria del Frente Amplio obedece a la alianza entre los quince partidos que componen la acrisolada fuerza política de izquierdas liderada por Mujica. Y si bien es verdad que la unión hizo la fuerza, no es menos cierto que esta conjura ideológica bien puede estallar por cualquiera de sus costados, que no son pocos, dicho sea de paso. Por lo pronto, ya se han desatado los desencuentros. En efecto, a los barbudos revolucionarios del Movimiento de Participación Popular, uno de los pilares del nuevo gabinete de gobierno, les ha faltado tiempo para pedirle al nuevo presidente el prescriptivo peaje por los servicios prestados.

A todo esto, Mujica tendrá que hacer malabarismos dialécticos si quiere atajar las disidencias internas y esquivar, al mismo tiempo, los desmanes y dislates políticos a los que le inducen sus más radicales socios de gobierno. Claro es que el desgaste no va a ser pequeño, y más grave será cuanta más ideología y menos pragmatismo haya en los modos de hacer del nuevo ejecutivo.

domingo, 29 de noviembre de 2009

Iconos religiosos y espacio público


Una de las tres mezquitas con minarete emplazadas en Suiza

Ni el laicismo iconoclasta ni la invasión moral del espectro religioso. Ninguna de estas posturas cabe en las sociedades pluralistas. Hay un fundamentalismo cultual y expansionista que trata de imponerse en el espacio público y, a la vez, hay una intolerancia aconfesional que margina la libertad de creencias al marco doméstico. Las dos posturas están fuera de lugar.

Después de que el Tribunal Europeo de Derechos Humanos sentenciara a favor de limpiar las escuelas públicas de crucifijos, unas mil personas se han echado a la calle en Roma reclamando la legítima presencia de símbolos cristianos en el paisaje común cultural. Con motivo de esta manifestación, Benedicto XVI ha querido poner en valor la raigambre del crucifijo a lo largo de la historia de Europa. Bueno, en relación con esto, hay que decir que existe una diferencia entre la exhibición de un símbolo religioso por parte de una institución pública, algo que debe condenarse; y el hecho de que una persona muestre uno de esos símbolos a título individual, algo que debe respetarse. El crucifijo clavado en la pared del aula del colegio público y el crucifijo que cuelga del cuello del alumno del colegio público tienen un significado jurídico distinto.

La otra cara de la moneda, la del laicismo obtuso y recalcitrante, la tenemos en Suiza, donde el 57% de los electores ha votado contra la posibilidad de que las mezquitas del país incorporen un minarete en su estructura. El plebiscito, que fue promovido por la ultraderecha nacionalista helvética, ha levantado las alarmas en el resto de la clase política del país; y no sin razón, pues la imagen internacional de Suiza va a verse resentida como consecuencia de esta desafortunada decisión electoral. La misma Conferencia Episcopal ha lamentado el resultado de las urnas. El caso es que no hay ninguna razón para prohibir la edificación de los minaretes cuando se mantienen en pie los campanarios de las iglesias católicas y protestantes; en realidad, no hay ninguna razón para prohibir la construcción de minaretes comoquiera que ello no desbarata los derechos de nadie.

                                                                               

viernes, 27 de noviembre de 2009

El bien que del mal nos vino


Aquí arriba la vergonzosa foto de la que hablo

El Congreso, la cámara baja de las Cortes Generales ha aprobado a trámite el proyecto de reforma de la Ley del Aborto. Desde el punto de vista de la estrategia política, la noticia es motivo de disgusto; pero, desde el ángulo de los derechos subjetivos, podemos estar de enhorabuena.

Me llora un ojo porque esta aprobación a trámite puede entenderse por algunos como una conquista del Ministerio de Igualdad, esa trinchera infame de las feminazis, ese búnker de la discriminación positiva y galopante que enarbola la bandera del materialismo paritario y la torcedura mental. Si hay un borrón en la política social de las dos últimas legislaturas socialistas, ese es, sin lugar a dudas, la institucionalización de este atropello al sentido legítimo de la igualdad en democracia.

Dicho lo cual, debo añadir que me sonríe el otro ojo ante la perspectiva de que esta nueva Ley del Aborto vaya a continuar su curso parlamentario. En caso de que se implante, esta normativa ampliará los derechos y libertades de todas aquellas mujeres que, por iniciativa propia, quieran interrumpir su proceso de embarazo. Recordemos que la principal implicada en la gestación es la mujer encinta y, por tanto, debe ser ella quien tenga la última palabra acerca de lo que hacer con su propio cuerpo y su propia vida. Ellas deciden.

Son muchos los que dirán: ¿y qué hay de los derechos del feto? Bueno, pues la respuesta no puede ser más sencilla: el feto no es sujeto de derechos. Los derechos son de los ciudadanos y las personas que considero mis iguales, y hasta ahora no he conocido a ningún feto con el que pueda mantener una conversación racional o al que pueda atribuir sentimientos específicamente humanos. Por las mismas razones que discernimos una semilla de una planta en sentido estricto, estamos autorizados a decir que un feto no es un ser humano de pleno derecho.

Por cierto, la foto de las cuatro ministras del PSOE al cerrarse la sesión parlamentaria no puede ser más ridícula. Da vergüenza ajena verlas ahí posando como si el logro fuera exclusivamente cosa de ellas, las mujeres.

miércoles, 25 de noviembre de 2009

Un fantasma recorre Sudamérica


Lula da Silva y Mahmud Ahmadineyad, amistades peligrosas

El presidente iraní Mahmud Ahmadineyad está de gira por Sudamérica, su periplo le lleva a verse las caras con la flor y nata del vociferante desarrollismo latinoamericano. Son cosa de ver las pintorescas amistades que produce el resentimiento contra el imperialismo estadounidense; extrañas parejas que se asocian contra el enemigo común. Ya lo sabe el refranero: dime con quién te juntas y te diré quién eres.

La primera escala del dirigente iraní le puso con los pies en Brasil y las manos entre las manos de Lula da Silva, cuyas palabras de compromiso con los valores democráticos apenas dan para enmascarar su escandalosa afiliación a la causa del tirano musulmán, que sigue estrujando la suela de su zapato sobre el cuello de buena parte del pueblo que gobierna.

Desde Brasil Ahmadineyad recaló en Bolivia para abrazar al bueno de Evo Morales, y así fue que ambos charlaron sobre desarrollo económico, paz mundial y lucha contra la pobreza…palabras que se lleva el viento de la inversión en carrera armamentística, ingeniería social y dirigismo estatal.

Y ya con el estómago revuelto, se nos sirve el plato más vomitivo: el encuentro entre dos de los fantoches más repulsivos del concierto global de naciones. El gobernante iraní no podía dejar de girar visita a Hugo Chávez, su principal aliado en el nuevo continente. No hay que ser Winston Churchill para darse cuenta de que la línea Caracas-Teherán es, a día de hoy, el furúnculo más supurante en las nalgas de Estados Unidos en particular y el mundo occidental en general; y así será mientras las cabezas de Chávez y Ahmadineyad sigan amenazando con entrar en erupción a lo menos pensado.

                                                                              

lunes, 23 de noviembre de 2009

Las nuevas caras desconocidas de la UE



Herman van Rompuy y Catherine Ashton en su puesta de largo

Por lo pronto, y en parte debido a sus breves horas de vuelo, sólo podemos hablar de nombres y en ningún caso de programas políticos concretos cuando pensamos en los dos nuevos líderes de ese gigante administrativo que es la Unión Europea. Podemos decir poco de lo que han hecho hasta la fecha y no gran cosa de lo que irán a hacer en el futuro. Bien mirado, harán lo que Brown, Merkel o Sarkozy les dejen.

No son pocas las lenguas que hablan de Catherine Ashton y Herman Van Rompuy como de dos títeres en manos de los carismáticos chairmen nacionales. Con todo y ser posible, es cierto que Bélgica ha perdido a un buen Primer Ministro. Allí, bruselenses, flamencos y valones lo echarán de menos y si esto es así puede que, después de todo, la Unión Europea haya dado con un Presidente permanente del Consejo más proactivo de lo que muchos esperan. Talento no le falta, su fuerza es la fuerza de la palabra, y para los que tenemos fe en el verbo Van Rompuy es sinónimo de esperanza. Lo jodido es que la libertad de decisión va a llegarle con cuentagotas al sutil Presidente europeo, y no se le ve muy dispuesto a batirse el cobre por armarse de autoridad. Lástima.

En cuanto a la baronesa y nueva Alta Representante de Política exterior, tampoco hay mucho que decir, lo más que se puede hacer es hablar de ella con pronóstico reservado. Nada le avala que no sea su presunto europeísmo. Sea como fuere, su designación responde a lo que Hans Kelsen llamaba transacciones políticas, que en este caso se resuelve en una concesión al laborismo inglés y a las rabietas de las feministas celosas de la paridad sexual. Había que elegir a un socialista porque así lo exige el sistema democrático proporcional, y había que elegir a una mujer porque así lo mandan los cánones de la insufrible corrección política. De esa manera, a falta de una mujer socialista competente, se eligió a Lady Ashton.

                                                                                                                                                                      

miércoles, 18 de noviembre de 2009

A vueltas con el tiempo

                                                                                

Ilustración medieval de un juglar tocando su flauta

Hoy, cuando viajaba en el tren de vuelta a casa, un músico ambulante limosnero ha aparecido en el vagón para amenazarnos con amenizarnos el trayecto a cambio de unos céntimos. Mientras el flautista destripaba la conocida melodía renacentista, he pensado que el tipo se daba todo el aire a un juglar, vestía poncho y calzas de colores, de lo más llamativo, la mar de perroflaútico. La cosa es que, al verlo allí y escucharle, he tenido una especie de regresión: se me han venido a la memoria las miniaturas medievales coloreadas con retratos de juglares y troveros.

Más tarde, ya en casa, he puesto el telediario mientras cenaba para ver cómo el gobierno español ha alcanzado un acuerdo económico con los piratas somalíes por el que los marineros del Alakrana presos en el Índico quedarán en libertad, y es que los corsarios sólo saben hablar con lengua de plata. Gajes del oficio, desde luego. Y entonces he tenido otra regresión: las escenas televisadas me han recordado la hegemonía naval de los fieros vikingos y los piratas árabes, el terror de los mares allá por el Medievo.

Por último, ya cenado, me he venido al ordenador, el mejor amigo del hombre del siglo XXI, para encontrarme en las ediciones digitales de los periódicos con la noticia que alerta sobre la grave crisis energética por la que está atravesando toda Sudamérica, donde los gobiernos prefieren explotar por su cuenta los recursos naturales en vez de poner su gestión en manos de empresas privadas a todas luces más eficaces en esta clase de negociados. Y entonces, amigos míos, he tenido otra regresión: me he acordado del período del oscurantismo medieval, de las velas de sebo y la fuerza tractora de los bueyes. Y así me he dicho que la crisis financiera es algo más que un simple freno económico y productivo, es más bien una causa de involución histórica que nos hace pensar que igual el pasado no está del todo superado.

lunes, 16 de noviembre de 2009

Primeras elecciones de Kosovo como república independiente

                                                                          

Fatmir Sejdiu, presidente de la República de Kosovo

El último de los jirones arrancados a esa Yugoslavia desgarrada por la guerra ha entrado en la mayoría de edad democrática. Kosovo alcanza así la normalidad de la soberanía popular con sus primeras elecciones como nación independiente, unos comicios locales que son la primera cita con las urnas desde que en Febrero del 2008 constituyera unilateralmente un Estado al margen de Belgrado.

Afortunadamente, la jornada se desarrolló sin incidentes, incluso en aquellos municipios habitados por una mayoría de serbios. A todo esto, el gobierno de Belgrado había recomendado a sus ciudadanos residentes en tierras kosovares la abstención electoral. Así y todo, la participación ha superado los cálculos previstos situándose en el 45% del total de electores. Según las estimaciones provisionales, se habría impuesto en los más de los municipios del país la Liga democrática de Kosovo (LDK), el partido de Fatmir Sejdu, actual presidente de la República, que es también el partido del primer presidente del país, Ibrahim Rugova; pero no parecen haber sido pocas las localidades favorables a su principal rival, el Partido Democrático de Kosovo (PDK) del primer ministro y exguerrillero Hashim Thaci, lo que demuestra lo apretado del escrutinio.

Fatmir Sejdu, el virtual vencedor de las elecciones, es un profesor de Derecho que se opuso al comunismo en su juventud y al centralismo yugoslavo en su madurez, combatiendo ideológicamente desde las trincheras del separatismo kosovar, el pacifismo y el acercamiento a la política unitaria europea. Es de esperar que la victoria mínima del LDK en estas elecciones locales se afiance en los comicios generales por venir. Eso sería, sin lugar a dudas, una buena noticia para el futuro de este recién nacido país.

sábado, 14 de noviembre de 2009

Marruecos sigue privando a sus ciudadanos de derechos básicos

                                                                                     

La activista de los Derechos Humanos, Aminatou Haidar

Marruecos acaba de expatriar a Aminatou Haidar, activista de los derechos humanos y defensora de la independencia del Sáhara Occidental. De regreso de un viaje a EEUU, donde recibió el Premio Coraje Civil de la Train Foundation, Haidar fue retenida en el aeropuerto de El Aaiún junto con dos periodistas españoles antes de ser desterrada a Las Palmas. Es de señalar que esta mujer ya ha sufrido cautiverio en cárceles secretas del régimen de Mohamed VI durante más de cuatro años, y todo ello sin más culpa que reclamar la libertad de determinación del pueblo saharaui.

Bueno, más allá del derecho polisario a la autodeterminación del Sáhara occidental, es cierto que debemos denunciar el trato que este pueblo recibe por parte del gobierno marroquí, pero no podemos quedarnos ahí porque eso sería injusto con el resto de los marroquíes que también sufre el despotismo del régimen monárquico. Por lo tanto, en lo que respecta a este asunto, lejos de exigir derechos humanos para los saharauis, deberíamos gritar más bien la soflama “Derechos Humanos para todos los marroquíes”.

En efecto, Amnistía Internacional ha anunciado unos días atrás que otras ocho personas fueron hechas presos de conciencia en Marruecos solamente a lo largo del mes de Octubre. Se les acusa de expresar libremente su opinión acerca de la legitimidad de las reivindicaciones del Frente Polisario. Mucho nos tememos que aún habrán de pasar décadas enteras antes de que el país marroquí supere el modelo estatal del ancien régime y alcance algo parecido a una democracia basada en el imperio de la ley.

jueves, 12 de noviembre de 2009

Los métodos mafiosos del comunismo chino

                                                                                       

China más Comunismo igual a pena de muerte

La agresión y la intimidación ejercidas por el gobierno chino sobre su población no conoce límites. En otras palabras, los chinos no tienen peor enemigo que su estado. Según un informe de Human Rights Watch, las “cárceles negras”, infiernos montados por el régimen de espaldas a la luz pública, ocultan graves abusos a los derechos fundamentales de los ciudadanos. En estas cárceles negras de la infamia, las fuerzas del orden confinan y maltratan a ciudadanos que ni siquiera han dado el paso en falso de cometer un delito, su único error consiste en pasar por sospechosos a los ojos del Partido Comunista, el gran Leviatán asiático.


Estas depuraciones de la policía china se ejecutan de modo indiscriminado sobre personas que acuden a Pekín con la perversa idea de presentar una queja ante la administración pública; personas a las que han estafado o que han sido víctimas de cohecho o de una expropiación indebida por parte de las autoridades regionales. Ante esta atroz amenaza, los de la ley responden con la baza favorita de los estados totalitarios: el terror. Los procedimientos represivos siguen este orden espeluznante: secuestro del individuo, ocultación de los motivos del arresto, pisoteo de la dignidad del secuestrado, sustracción de las pertenencias, agresiones físicas y psicológicas y atropello de cualquier garantía jurídica de la víctima, que tanto da que sea hombre, mujer o menor de edad.

Así se las gastan los comunistas; esos comunistas que el año pasado condenaron a muerte a nada más y nada menos que 7.000 personas; esos mismos comunistas a los que se les viene de obsequiar con unos Juegos Olímpicos en pago por sus progresos en el respeto a los Derechos Humanos; esos comunistas, en fin, que o mucho cambian las cosas o van a terminar por subirse a la locomotora de la economía mundial. Y más vale que lea hasta aquí porque se me está llenando la boca de sapos.

martes, 10 de noviembre de 2009

Las rabietas de Corea del Norte

                                                                              

Un soldado surcoreano mira a través de un telescopio

En estos días en que media Europa festeja a bombo y platillo el desmorone del Muro de Berlín, que en realidad era un muro entre dos alemanias o, mejor aún, entre dos mundos; el último encontronazo entre las dos coreas ha venido a recordarnos que todavía hay reductos del planeta anclados en el pasado.

En efecto, aún sobreviven dinosaurios comunistas a los que no les llegan los periódicos desde hace más de veinte años. Y es que el inmovilismo es cosa mala. Lo cierto es que el Mar Amarillo acaba de ser escenario de una escaramuza entre las flotas de Corea del Norte y Corea del Sur. La naumaquia se ha limitado a un intercambio de cañonazos sin que esté muy claro si se han producido muertes entre los tripulantes del navío norcoreano.

No falta quien piensa que la refriega no es más que un esfuerzo del país comunista por llamar la atención del presidente Obama, que estará de gira por Asia en unos días. Así, la pataleta de los comunistas no tendría más sentido que dar un puñetazo en la mesa de las negociaciones bilaterales que se ocupan del plan de desarme atómico del país norcoreano, como si el régimen de Pyongyang estuviese en condiciones de hacer tal cosa.

Curiosamente, el régimen comunista de Corea del Norte siempre se ha mostrado de lo más timorato en relación con las relaciones comerciales y decididamente audaz respecto a las relaciones belicosas. Da la impresión de que estos dinosaurios sólo saben hablar el lenguaje de las armas, da la impresión de que los únicos agujeros que abren en el muro de la infamia están destinados a procurar una aspillera a sus cañones. También es cierto que no podemos esperar otra cosa de un régimen que tiene a su población enfangada en la hambruna y el militarismo.

domingo, 8 de noviembre de 2009

Sinsentidos del nacionalismo


Hôtel de Rothelin-Charolais, sede del Ministerio francés de Inmigración
                                                                                      

¿Qué es ser francés?, tal es la pregunta que, desde un escaparate público como es su
Ministerio de Inmigración e Identidad Nacional, ha lanzado a todos los franceses Éric Besson. El caso es que la campaña está siendo de lo más popular en una Francia que, en principio, debería tener cosas más importantes por las que preocuparse y preguntarse.

Veamos. En primer lugar, como no hay nadie que nazca francés por las mismas razones que no hay nadie que nazca siendo abogado, hay que decir que no estamos tratando de definir un objeto, sino una cualidad, a saber: “lo francés” o “la francesidad”. Esto significa que estamos hablando de una hipostatización (una cosificación) que, para colmo, presenta un carácter convencional en el sentido de que “lo francés” es algo que se estipula a través de una carta de ciudadanía y en ningún modo algo que nos venga dado por naturaleza. En segundo lugar, está claro que la identidad nacional de un país es un constructo que se forma a partir de distintas y muy variadas piezas. A decir verdad, no creo que exista algo así como una “identidad nacional”, más bien parece que nos las estamos viendo con una entelequia ideada por los cuatro nacionalistas de siempre. Identidad nacional, como sangre, tierra o patria, no es más que una palabra a la que se le atribuyen connotaciones políticas o históricas con fines meramente legitimadores.

Vista la proximidad de las próximas elecciones francesas, no son pocos los que presumen que esta iniciativa no tiene más propósito que movilizar al electorado de derechas en la medida en que buscar inocentemente una respuesta a tal pregunta ya es una razón para afirmar la adscripción a la patria y justificar la pregunta misma. Estamos, pues, ante una pregunta capciosa que se autojustifica. Estamos, en fin, ante una triquiñuela.

viernes, 6 de noviembre de 2009

Síntomas equívocos

                                                                                 

Planta de una empresa estadounidense de tecnología

Las noticias sobre la economía estadounidense que nos llegan estos días son confusas y, en parte, confundentes. Nos viene una de cal y otra de arena, indicadores de signo opuesto que se desmienten. Si ayer nos almorzábamos con las albricias de un repunte en el índice de productividad del país, hoy nos encontramos con la cruz de la moneda, la abolición de casi 200.000 puestos de trabajo, lo que eleva la tasa de desempleo al 10%. Es obvio que parte de la explicación al primer dato hay que buscarla en el segundo: las empresas han podido incrementar sus facturaciones a costa de los recortes de plantilla. Barack Obama ya ha salido al paso de las últimas revelaciones prometiendo una reforma en la ley presupuestaria por la que se extenderán los subsidios a personas sin empleo.

A juzgar por las estadísticas, parece que las cuentas de la Reserva Federal todavía hacen aguas por alguno de sus costados. La manta no alcanza a tapar los pies y el pecho de una vez. De todo ello se sigue que aún queda cuerda para rato, que aún debemos tener paciencia y esperar que las empresas estabilicen sus saldos de modo que vuelvan a crear empleo con firmeza y optimismo. No hay duda de que el reflote económico exige el saneamiento y la reinvención del sector empresarial.

A los estadounidenses les queda el consuelo de pensar que en muchas otras economías (se me viene a la cabeza un país septentrional de la zona euro) las noticias financieras caen como mazazos uno detrás de otro, sin claroscuros ni resquicios para la esperanza de que vayan a cambiar las tornas a medio o largo plazo.

jueves, 5 de noviembre de 2009

Del tocino y los decretos ley

                                                                                      

La máquina expendedora, animal en peligro de extinción

Hoy, porque me he levantado un punto mitinero, voy a abrir con una consigna: que cada uno piense lo que quiera y diga lo que piense. Es más, podríamos reescribir la frase anterior diciendo que cada uno coma lo que le apetezca.

Sucede que no ha pasado mucho tiempo desde que el Ministerio de Sanidad español decretara retirar todas las máquinas expendedoras de chucherías y repostería industrial de los colegios públicos del Estado. Piensan los tecnócratas que de esa manera los niños van a lucir más saludables porque, claro, hay que pensar en la felicidad de esos hombrecillos ya que ellos no pueden hacerlo por sí solos. Y es que los políticos paternalistas saben de buena tinta que la felicidad está en disfrutar de un tejido adiposo igual a cero y no en darse una satisfacción de cuando en cuando.

Hay que combatir la obesidad, dicen sin saber que con ello combaten el modo de estar en el mundo de unas personas que, según los casos, pueden estar orgullosísimas de sus cuerpos. Hay mucha gente que no está dispuesta a hacer un sacrificio negándose un capricho sólo por someterse a la tiranía del canon estético y sanitario establecido.

A todo esto se podría replicar diciendo que la obesidad representa una amenaza para la salud del individuo. Lo cual es verdad, pero no es menos cierto que deberíamos dejar que cada cual decida en su fuero interno si le conviene jugarse el bienestar inmediato a un posible desarreglo patológico el día de mañana.
Sólo veo un argumento consistente que legitime la política sanitaria del gobierno en materia de obesidad infantil. Me refiero al hecho de que limpiar tanto tocino en la anatomía de un buen número de ciudadanos puede significar un importante gasto a cuenta de la Seguridad Social; pero si aplicáramos este esquema de pensamiento al resto de conductas alimentarias, llegaríamos a un punto en que lo aconsejable sería ponerse a dieta de pan, fruta y agua.

martes, 3 de noviembre de 2009

Luz verde al futuro

                                  

Václav Klaus, con la bandera de Chequia al fondo

Definitivamente se ha llegado a una solución de compromiso por la que el Presidente checo, Václav Klaus, firmará la adhesión de su país al Tratado de Lisboa. Después de que el Tribunal Constitucional checo pusiera las cosas en su sitio desestimando las pataletas del presidente del gobierno, Klaus da su brazo a torcer y se pliega al peso de la evidencia. Recordemos que el máximo mandatario había torpedeado por todos los medios la incorporación de Chequia al proyecto común del conjunto de los miembros de la Unión Europea basándose en la idea, a todas luces infundada, de que el Tratado atenta contra la Constitución checa en el sentido de que limita la soberanía del país.

Václav Klaus da el perfil del político ingenuamente escéptico que ve fantasmas donde no los hay y los pasa por alto donde realmente están. En eso consisten la estupidez y esa postura típicamente escéptica amiga de dar mayor crédito a la mentira que a la verdad. Al parecer, Klaus ha llegado a construirse un universo psicológico propio en el que Chequia goza de un status diplomático único dentro de la Unión Europea y en el que, además, el planeta atraviesa un excelente estado de salud. A estas alturas ya está claro que cualquier contacto del pensamiento de este señor con la realidad es pura coincidencia.

La firma del presidente checo da luz verde a la formalización jurídica del Tratado de Lisboa, que entrará en vigor a partir del próximo 1 de Diciembre según todos los cálculos. Pero tampoco entonces estará el horizonte despejado para la aplicación del nuevo pacto si los tories acaban imponiéndose en los próximos comicios británicos. Así lo ha expresado el líder del partido conservador, David Cameron, que viene de lanzar una bravata acerca de su negativa a realizar el referéndum sobre el Tratado de Lisboa en el Reino Unido. ¡Madre mía! ¡Qué rebeldes están los conservadores!

domingo, 1 de noviembre de 2009

Un nuevo golpe a la democracia en Afganistán

                                                                            

Abdulá Abdulá en un meeting

Abdulá Abdulá se ha descolgado por iniciativa propia de la carrera presidencial afgana. En una conferencia que ha tenido como escenario la Loya Jirga, el único rival de Hamid Karzai ha acabado por confirmar las amenazas de su equipo y excusa su participación en la segunda vuelta electoral. Como justificación de su espantada, Abdulá ha argumentado que no se están cumpliendo las condiciones que normalizarían unos nuevos comicios celebrados con limpieza y transparencia. Recordemos que en la primera vuelta de las elecciones Karzai se impuso con un 49% de los votos; mientras que Abdulá, a su vez, no pasó del 30% de los mismos.

Así las cosas, se abre el dilema relativo a la pertinencia de celebrar unas elecciones sin más candidato que el último presidente, Hamid Karzai, que visto lo visto va a repetir mandato de modo inapelable. De hecho, así como él ha perdido a su rival; los electores se han quedado sin alternativa. Representantes de EEUU en la zona ya se han manifestado a favor de celebrar lo que serían unos comicios fantasma puramente protocolarios. Por su parte, portavoces de la ONU coinciden en señalar el sinsentido y el error que implicaría abrir nuevamente las urnas, pues ello significaría hacer efectivos unos gastos y un peligro de atentados tan inútiles como gratuitos.

Aun reconociendo el derecho de Abdulá a tomar su decisión, parece que esta iniciativa sólo puede socavar el crédito de una democracia ya de por sí cogida con no pocos alfileres. La estrategia de Abdulá, dirigida a desestabilizar la legislatura de Karzai, va a costarle muy cara al proyecto de democratización del país afgano.