lunes, 28 de diciembre de 2009

Luz verde al matrimonio entre homosexuales en México y Argentina

                                                                                   

Mexicanos celebran la legalización del matrimonio entre personas del mismo sexo

América Latina se está movilizando en la ampliación de los derechos civiles de las personas homosexuales, cuya libertad estuvo y en muchos aspectos sigue estando secuestrada por los santos custodios del pensamiento obtuso y obstruccionista. La igualdad ante la ley representa una aventura de largo recorrido y aún es mucho cuanto queda por andar, especialmente en Latinoamérica, tierra propicia al caudillismo de impostores y carismáticos farsantes.

Aun así, se van dando los primeros pasos en la dirección de la libertad individual: la ciudad de México fue la primera de toda América Latina en aprobar el matrimonio entre parejas del mismo sexo y ahora sabemos que la primera boda gay acaba de celebrarse en la Patagonia argentina a instancias de la gobernadora de la región, desafiando así el último veredicto de la Cámara Civil. Otros países de fuerte compromiso democrático como son Colombia y Uruguay atestiguan progresos en el mismo sentido.

Estoy por decir que no me explico por qué la gente pone tanto interés en unirse en matrimonio, pues se trata de un vínculo legal tan absurdo como arcaico. Puede que el matrimonio tenga alguna función en sociedades donde las familias necesitan establecer alianzas mutuas, pero en la era de tardorromanticismo en que vivimos el matrimonio no es más que una herencia histórica adherida a la mentalidad tradicional.

Dicho esto, sólo puedo saludar con alegría la legalización del matrimonio entre personas de igual condición sexual. Al permitir y proteger esta clase de situaciones jurídicas, México y Argentina se ponen a la vanguardia moral de América Latina. Hay que decir que la legalización de este tipo de matrimonios amplía los derechos de ciertos individuos (en realidad, amplía las dignidades de toda la ciudadanía) sin socavar en lo más mínimo el status de aquellas personas que nunca se casarían con otro individuo de su mismo sexo. Así, estaríamos hablando de un bien para muchos que en ningún caso representa un mal para algunos. Hacemos un poco más feliz a un segmento de la población sin que ello tenga por qué decepcionar a los restantes.

martes, 22 de diciembre de 2009

El Tribunal Supremo hace justicia

                                                                                      

Ángeles González-Sinde, casualmente formada en el mundo del cine

El Tribunal Supremo de España ha declarado inconstitucional la obligación de que las televisiones privadas destinen el 5% de sus ganancias a la financiación de películas españolas y europeas. Tras la paralización de las subvenciones procedentes de la UE, esta noticia supone un nuevo revés para la industria del cine en España. Y bien que nos alegramos. En la cuestión de inconstitucionalidad dictada por el Tribunal Supremo ha prevalecido, aparte del sentido común, el principio de la libertad de empresa sobre una iniciativa pública de conchabeo con el cine que, no lo olvidemos, propuso el PP durante su última legislatura parlamentaria.

En respuesta a la decisión del Tribunal Supremo, la Ministra de Cultura, Ángeles González-Sinde, apela a la función social del cine argumentando que las películas nacionales representan la identidad cultural del pueblo. Bien, la identidad es patrimonio exclusivo de los particulares y en absoluto de abstracciones sociopolíticas como son los Estados. Nada son más que entelequias las identidades nacionales de España, Francia o Cataluña. Yo soy español y siento que el cine que se hace en este país no me representa, y así pensarán muchos de los catalanes que en modo alguno se vieron identificados con el editorial recientemente publicado en los diarios de Cataluña. En verdad, eso que llaman identidad nacional no es más que la moneda de cambio y uso corriente que emplean no pocos políticos según les convenga y sople el viento.

Por lo demás, sólo nos queda denunciar el contubernio que se trae el PSOE con la industria del cine español, claro ejemplo del mecenazgo de Estado. En efecto, se trata de un proteccionismo infame y asqueante, se trata del chanchullo con que el gobierno socialista paga el vasallaje del lobby cinematográfico español. Realmente, estamos ante un acto de misericordia por parte del PSOE, porque si los cineastas, productores, actoras y actrizos españoles tuvieran que vivir de sus creaciones, las filas del paro en este país alcanzarían dimensiones mucho más astronómicas que las ya existentes.

domingo, 13 de diciembre de 2009

¿Es Italia un Estado de Derecho?

                                                                                 

Silvio Berlusconi, delirios de grandeza

Nos hemos enterado de que el Popolo della Libertà , partido que preside Silvio Berlusconi, se trae entre manos una súper-ley destinada a cubrir de inmunidad al máximo dirigente italiano y los altos representantes del Estado. Así responde il Cavaliere a la reciente negativa del Tribunal Constitucional de concederle el Laudo Alfano, el privilegio de inviolabilidad jurídica.

Bien, lo que se está poniendo en entredicho es nada más y nada menos que el reconocimiento de la República italiana como un Estado de Derecho. Se sabe que uno de los criterios fundamentales de este tipo de Estado consiste en la legalidad de la Administración, exigencia que se desdobla en dos características: en primer lugar, según la justicia administrativa, todo sujeto debe conducirse de acuerdo con el imperio de la ley; y de segundas, debe imperar un control judicial suficiente que fiscalice la actuación del poder ejecutivo. De hecho, la legalidad de la Administración se dirige al equilibrio entre el poder ejecutivo y el judicial. Así las cosas, un Estado en el que el ejecutivo escape al control de los jueces se convertirá en una organización política sin justicia administrativa, en una organización política distinta a lo que conocemos como Estado de Derecho. Esto explica que la aprobación de la súper-ley impulsada por el Popolo della Libertà ponga en jaque la idea de Italia como un Estado de Derecho.

Más allá de eso, cuesta entender que un personaje de la catadura política y moral de Silvio Berlusconi gobierne un país civilizado como Italia. Aun siendo consciente de que la derecha italiana carece desde hace algunos años de una alternativa política de garantías, le he dado muchas vueltas a la cabeza y sólo puedo explicarme el absurdo diciéndome que si los más de los italianos votan a Berlusconi es porque ven reflejada en este calavera la imagen de su alter ego.

miércoles, 9 de diciembre de 2009

Una oportunidad para el cambio del cambio

                                                                                         

Elocuente cartel publicitario de WWF

Desde el 7 de Diciembre viene celebrándose en Copenhague la XV Cumbre Internacional sobre el cambio
climático, que se prolongará hasta el 18 del mes presente.

Bien, hay tres aspectos que me gustaría subrayar. En primer lugar, quisiera responder a la pregunta de si los países ya industrializados deben pedir perdón por las emisiones contaminantes vertidas desde hace décadas. Sucede que las principales víctimas de la industrialización de los países desarrollados vienen siendo los países pobres y, aparte de eso, ocurre que nos hemos sensibilizado con respecto al cambio climático precisamente en el momento en que los países en vías de desarrollo viven el auge de su producción industrial. Dicho lo cual, soy de la opinión de que los países del primer mundo no están en el deber de disculparse por su responsabilidad en el cambio climático. Y ello por dos razones: hasta las décadas de los '80 y los '90 nadie era plenamente consciente de los efectos nocivos que se estaban produciendo en el medio ambiente y, por otro lado, hay que decir que ha sido toda la humanidad en su conjunto la beneficiaria de los adelantos técnicos y científicos derivados de la revolución industrial y tecnológica.

El segundo aspecto tiene que ver con el desajuste dramático que existe entre los intereses particulares de los países asistentes a la Cumbre y la necesidad acuciante de hacer causa común contra las emisiones de Co2. Urge cerrar filas y aplicar una política común más allá de las demandas de cada país en particular. El problema nos concierne a todos, por lo que no vamos a resolver nada si supeditamos el bien común a los intereses nacionales.

Por último, quisiera decir que más nos vale rezar si no queremos que nuestros dirigentes hagan de esta Cumbre una ocasión fallida para revertir el cambio climático, tal y como sucedió con motivo del protocolo de Kyoto. Es preciso que este tipo de encuentros signifique algo más que un simple brindis al sol, un gratuito y autocomplaciente wishful thinking.

lunes, 7 de diciembre de 2009

Una nueva manifestación de la libertad irrefrenable

                                                                                

El movimiento verde sigue vivo

Coinciden hoy en los periódicos dos noticias referidas a sendas manifestaciones estudiantiles. Una en Atenas, en Teherán la otra. La comparación subraya el ridículo que están haciendo los estudiantes griegos, jóvenes aficionados al viejo deporte de la protesta y el alboroto callejero. Vale que el país heleno esté atravesando una delicada coyuntura económica, pero eso no justifica, más bien al contrario, las ganas de trifulca y el afán de protagonismo de estos imberbes energúmenos.

Muy distintos son los motivos que concitan en la calle a los estudiantes iraníes. Muy distinta la dignidad que reivindican, tan distinta que ya no hablamos de un deporte, sino de un desafío. Miles de personas se han dado cita en la Universidad de Teherán con motivo del Día del estudiante, y el régimen despótico ha respondido haciendo uso del lenguaje que le caracteriza: los garrotazos y el gas lacrimógeno.

Esto demuestra que el movimiento verde aún sigue vivo y, si bien parece inviable que se vayan a repetir los últimos comicios, está claro que acciones de este tipo visibilizan el inconformismo y la rebeldía de la oposición al tirano. Por mucha mordaza y muchos grilletes que emplee el régimen de Ahmadineyad, la voz de la libertad debe seguirse haciendo oír al menos hasta la celebración de las próximas elecciones. Por eso nos parece apropiada la campaña en la que se ha embarcado el presidente Barack Obama con el fin de aislar internacionalmente al gobierno iraní. Solamente la acción conjunta de la oposición interior y exterior al régimen puede hacerle morder el polvo al tirano.

sábado, 5 de diciembre de 2009

Europa, el equilibrio del sentido común

                                                                         

Jacques Delors, ex presidente socialdemócrata de la Comisión Europea

“Ni esto ni eso”, decía Walter Benjamin en referencia a la tenaza que mordía la Europa de su tiempo. Ni fascismo ni comunismo. En una entrevista reciente, Jacques Delors, ex presidente de la Comisión Europea, nos ponía en guardia contra el peligro de que el orden mundial acabe polarizándose entre EEUU y China. Pues bien, ahora hay que decir que no queremos ni neoconservadurismo ni desarrollismo, más bien es tiempo de afianzar los valores que siempre caracterizaron Europa, la comunidad europea.

Si no quiere verse atenazada a la larga, Europa está llamada a reivindicar un sistema de valores propio más allá de los límites de la Unión, y debe hacerlo con voz solista, con una voz que exprese el discurso común de los Estados miembros. Y, sin embargo, la disparidad de posturas ante la crisis económica nos ha dado a entender que no son pocos los países que siguen presos de un solipsismo tan disfuncional como inefectivo. Porque está claro que si no ponemos remedio, nos va a acabar pasando factura el disenso en materia de política económica, una política que ni de lejos se agota en el uso de una divisa compartida, es decir, en la aplicación de un programa monetario común; antes al contrario, se impone como necesaria una decidida unidad de acción capaz de dar la réplica a la polarización del concierto de naciones.

Por lo tanto, si queremos ofrecer una alternativa a las ideologías extremas que enarbolan chinos y estadounidenses, nos corresponde remar en la misma dirección. En este sentido, solo podemos saludar con optimismo la reciente entrada en vigor del Tratado de Lisboa, un paso más en el camino hacia una economía europea con peso internacional.

miércoles, 2 de diciembre de 2009

La comunidad iberoamericana no alcanza un acuerdo sobre el problema de Honduras

                                                                              

El nuevo presidente de Honduras, Porfirio Lobo

La XIX Cumbre Iberoamericana echó a andar en Estoril, siendo así que un solo tema monopolizó los debates entre los dirigentes latinos de una y otra orilla del charco, unos debates que se quedaron en papel mojado. Nos referimos, claro está, a la crisis institucional por la que atraviesa Honduras. Un bloque de gobiernos liderado por Lula da Silva se ha negado a reconocer la validez de las recientes elecciones hondureñas, de las que ha salido vencedor Porfirio Lobo.

Bien, lo cierto es que el golpe de Estado del 28 de junio capitaneado por Roberto Micheletti no tiene justificación posible, por lo que el gobierno de transición consiguiente carece de autoridad política desde el punto de vista democrático. Hay un principio básico según el cual un presidente elegido en las urnas sólo puede ser depuesto por las urnas, es decir, por un nuevo presidente democráticamente elegido.

Ahora bien, hay que recordar que el presidente de iure, Manuel Zelaya, fue invitado a participar en las recientes elecciones bajo condiciones que parecían mayormente razonables; y a pesar de ello, Zelaya se negó a aceptar tales condiciones, con lo que echó a perder la dignidad debida a su postura.

Nos parece que el nuevo dirigente, Porfirio Lobo, merece un voto de confianza, con más razón cuando sus primeras palabras tras el nombramiento han expresado el deseo de establecer un gobierno de consenso entre todas las partes políticas implicadas.