lunes, 25 de enero de 2010

Anuncio: las crónicas de Joe Bageant


El escritor y periodista Joe Bageant
                                                                                

Quiero anunciar una novedad en el blog. Sí, durante los próximos meses alternaré los posts que he venido escribiendo hasta ahora con traducciones de artículos que el escritor y periodista estadounidense Joe Bageant ha publicado en su página web.

Joe Bageant, del que hemos obtenido autorización expresa para hacer estas traducciones, conoce como pocos los recovecos del imaginario estadounidense. Afortunadamente, tenemos editado en español su libro Deer Hunting with Jesus, que lleva aquí por título Crónicas de la América profunda. Estamos ante un prodigioso ejercicio de trabajo de campo llevado a la literatura. Porque todo ello está recogido en este libro que es a la vez periodístico, sociológico y novelístico. De hecho, su autor, como digo, ha trabajado casi toda su vida como periodista en la costa oeste. Sin embargo, este mural literario nos pone frente a la clase obrera del sureste estadounidense para abrirnos una ventana a la cruda cotidianeidad en que viven los hijos desposeídos del tío Sam.

El libro ha levantado no poco revuelo en EEUU y no es para menos viendo el descarnamiento con el que el autor se acerca a los problemas de esa clase social estadounidense que vota a los republicanos, vive en caravanas, profesa una fe fundamentalista en Jesús y colecciona armas de fuego como si de fetiches ancestrales se trataran. Entre estos párrafos encontramos las claves de la mentalidad reaccionaria de buena parte de la sociedad estadounidense. Todo ello contado sin tapujos y con una prosa fluida a la vez que incisiva y clarificadora.

Así pues, este blog va a hacer las veces de corresponsalía española de la cátedra Joe Bageant de pensamiento crítico.

domingo, 17 de enero de 2010

Giro político en Chile

                                                                              

Mario Vargas Llosa y Sebastián Piñera

Michelle Bachelet abandona el poder en Chile y con ella la Concertación Oficialista, es decir, la política de izquierdas. El cambio es histórico pues supone el punto y final de veinte años de socialismo en el país andino. También los españoles necesitamos en su momento otros veinte años de convivencia democrática para perderle el miedo a la derecha. Veinte años, dos décadas, casi un ciclo generacional parece ser el tiempo necesario para convencerse de que el orden democrático está por encima de los deslizamientos sectarios y sus aberraciones en forma de fascismo o comunismo. La democracia y el paso del tiempo suturan los desgarros de la memoria.

Sebastián Piñera, del partido centroderechista Renovación Nacional, se ha impuesto en la segunda vuelta de las elecciones presidenciales celebradas este domingo en Chile a Eduardo Frei por un margen del 3% del “balotaje”. Piñera llega a la política desde el mundo de los negocios, donde ha cosechado un éxito tras otro; y pese a desenvolverse con desparpajo en el medio líquido del presente económico, sus ideas son algo rancias. Cristiano practicante, Piñera desaprueba el aborto y desprecia los derechos de las personas homosexuales.

Los chilenos han dado muestras de una asentada madurez democrática y han sido los protagonistas de unos comicios ejemplares que bien harían en imitar los más de los pueblos latinoamericanos. Realmente, hemos asistido a un proceso electoral digno de elogio y envidia. No es poco lo que el país le debe a la prudencia y cordura de Michelle Bachelet, una presidenta que ha gobernado para todos los chilenos aconsejada por su fuerte compromiso en el consenso y la conciliación social. Otra imagen tendríamos de la izquierda latinoamericana si sus representantes siguieran los pasos de la presidenta Bachelet y su idea del progreso como una apuesta por la apertura financiera y moral. Amplitud de miras, eso es lo que le hace falta a la izquierda de América latina.

martes, 12 de enero de 2010

Fernández de Kirchner gobierna a golpe de decretazo

                                                                                    

Dime con quién te juntas...

Hace mucho tiempo que el gobierno de Cristina Fernández de Kirchner viene desprendiendo el tufo de una auténtica olla podrida. La habilidad de la presidenta peronista para defraudarnos no tiene límites, y los despropósitos en que va cayendo cada dos por tres tampoco: políticas abocadas al colapso económico, estatalización de grandes empresas y sistemas de pensiones, restricción de la pluralidad de medios audiovisuales, guiños y más guiños al chavismo… Lo último es que Fernández de Kirchner amenaza con meter mano en los fondos del Banco Central para costear el déficit público ocasionado por sus locos dispendios. A la negativa de Martín Redrado, titular de la reserva, Kirchner responde dándole la patada como si de un empleado cualquiera se tratase.

No es ningún secreto que la mandataria argentina va quedándose sin apoyos ni argumentos. La van abandonando los socios y las razones; y así, perseguida por la paranoia, denuncia conspiraciones en su propio ejecutivo a la vez que dispara sin medida a punta de decretazo. Cuando aún ha de pasar un año antes de que se celebren las próximas elecciones nacionales, Fernández de Kirchner colecciona enemigos en todos los departamentos estatales y dirige el país de espaldas al Congreso, ninguneando a diputados y senadores.

Tras la administración de Fernández de Kirchner se esconde un peligroso mecanismo jurídico. Me refiero a la preeminencia del decisionismo sobre el normativismo, al predominio del decreto sobre la ley. En efecto, la Constitución de la Nación Argentina no legitima en modo alguno la imposición de la voluntad particular del presidente de la República, sino que especifica que la soberanía reside en la voluntad del Senado y la Cámara de Diputados.

sábado, 9 de enero de 2010

Arranca la presidencia española de la UE


                                                                                    
Rodríguez Zapatero, presidente del gobierno de España

España asume la presidencia rotatoria de la Unión Europea consciente de que el nuevo orden impuesto por el Tratado de Lisboa le asigna un papel secundario o, cuando menos, subordinado al Presidente del Consejo Europeo. Y esto, que en principio frustra las expectativas de los españoles, representa un alivio para el conjunto de los europeos. Más vale ignorar la ruina que el socialismo español haría de Europa si Rodríguez Zapatero llevase la voz cantante en lo que respecta a la gestión comunitaria de la crisis económica. Que España ha sido el país con más ardores para digerir la debacle financiera es algo que escapa a toda duda.

Finanzas aparte, es de señalar que la presidencia española aspira a armar su agenda política en base a dos puntales preferentes: la innovación y la igualdad, que es como destejer de noche la trama del día. Por un lado potenciamos la iniciativa tecnológica y ciudadana, y por otro reincidimos en el disparate de planificar las relaciones humanas. Lejos del consenso que nos prometieron, las claves de la presidencia española reproducen exactamente el esquema con el que el PSOE quiere cartografiar el tejido social de Europa. Junto con pequeños pero atinados aciertos como es el caso del compromiso con la adhesión de la Unión al Convenio Europeo de Derechos Humanos, la presidencia española ha diseñado el aborto ideológico de implantar un Observatorio Europeo de la Igualdad de Género. Ahí es nada.

Va a ser también cosa de ver el modo como la presidencia española se las arregle para conciliar el proyecto de más Europa con la afición socialista por las amistades peligrosas. El PSOE, presa de su esquizofrenia habitual, va a vérselas y deseárselas para mantener la unificación europea de criterios en paralelo con su fidelidad a los intereses del ALBA comunista.